William Innes afirma que siempre ha observado a las personas y, ahora que tiene en sus manos la LX100II, puede trasladar ese interés a la emoción que transmite la fotografía urbana. Este creador, al que, según sus palabras, "le gusta relajarse y ver el mundo pasar", considera la fotografía urbana como una extensión natural de sus intereses: "Puedo caminar hasta que encuentro una ubicación interesante y esperar a continuación a que la gente acceda al espacio, lo que me permite capturar ese momento a tiempo". Si observamos sus maravillosas instantáneas de Tokio, nos queda claro que su modestia es equiparable a su excepcional sagacidad.
William, que optó, en primer lugar, por las cámaras LUMIX porque allanaron el terreno para el uso de la tecnología digital y siguió usándolas porque la marca escucha a los clientes, se basa ahora en sus funciones "intuitivas y fáciles de usar" para encontrar el equipo adecuado para cualquier situación. En esta imagen, William ha capturado las calles de Tokio con su LX100II, aprovechando al máximo el tamaño compacto de la cámara y su bajo perfil para retratar una ciudad en movimiento: "Es mi cámara para salir de casa, excelente para el uso diario y perfecta para la fotografía urbana".
La dinámica interrelación entre sujeto y entorno se añade a la energía de estas escenas, ayudada por el ágil autoenfoque para garantizar que nunca se pierda ningún momento. Tanto si se trata de un joven absorto y relajado mientras comprueba su teléfono junto a una pared llena de pegatinas que forman un intrincado patrón como de una mujer mayor en el mercado que mira con recelo —y hasta con desafío— al fotógrafo, estos instantes fugaces muestran cómo la fotografía urbana se ha ganado a pulso su reputación como un medio emocionante a manos de habilidosos fotógrafos como William Innes.
El modo en blanco y negro de la cámara, que muestra imágenes monocromáticas no solo en el monitor, sino también en el visor, acentúa el drama. Las escenas nocturnas cobran vida especialmente. William añade que la LX100II tiene "un objetivo Leica que es superrápido y esencial en condiciones de poca luz". Tanto si está capturando una marea de paraguas bajo la lluvia o un primer plano de una carretera con un tren plateado a lo lejos, William utiliza la LX100II para ilustrar un estado de ánimo.
En general, esta asociación de artista y cámara es la definición de sinergia. "La calidad de imagen es increíble", afirma William. "La cámara incorpora controles manuales (como un anillo de apertura) que me permiten realizar ajustes sin mirar una pantalla. Estas funciones son geniales para la fotografía urbana. No tengo que levantar la vista de la escena para cambiar aspectos como, por ejemplo, la compensación de la exposición o la profundidad de campo". William no solo puede fiarse de lo que ven sus ojos, sino también de lo que ve su cámara, y ese es el mayor cumplido que pueden hacernos en LUMIX.
William Innes
William Innes quedó fascinado con la fotografía a una edad temprana tras interesarse por los botones y los diales de la cámara de su padre. (Aún conserva esa cámara, una Praktica MLT-5B de la RDA). Tras una dilatada carrera en la industria aeroespacial, William dio el salto al mundo de la fotografía de bodas en 2006 y nunca ha vuelto a mirar atrás. Considera que, para ser un gran fotógrafo de bodas, debes estar muy versado en todo tipo de fotografías, incluidos retratos, paisajes, acción y técnicas de productos. Aparte de la fotografía de bodas, a William le encanta viajar por el mundo para probar la comida, vivir la cultura y experimentar nuevas miras. Hasta la fecha, William ha visitado 42 países.
William es miembro del equipo de Embajadores Globales de Lumix de Panasonic, que se dedica a promocionar las cámaras sin espejo a lo largo y ancho de Estados Unidos. Trabaja y vive en Santa Clarita, California, junto con su mujer y su perro. Es miembro de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Estados Unidos (PPA) y de la Organización Internacional de Fotógrafos de Retratos y Bodas (WPPI).
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