Fotografiar a 85 personas y animales en dos días parece una misión imposible, pero no lo es, como ha demostrado la fotógrafa sueca Emma Svensson. Emma puso a prueba el nuevo objetivo LUMIX S f1.8 de 85 mm y quedó impresionada: "Es ligero, rápido y nítido: ¡justo como me gusta!". El objetivo de este proyecto era la diversidad, por lo que decidió fotografiar a una variedad de personas y animales. Emma donó los beneficios a un proyecto benéfico llamado 2helpingshands, que se encarga de ayudar a los refugiados de Moria.
"Me pidieron que hiciera un proyecto de retratos", afirma Emma. "En lugar de retratar a un pequeño grupo, quería realizar un gran proyecto centrado en la diversidad y fotografiar a 30 o 40 personas. Al final, terminamos fotografiando a 85 personas y animales, en su mayoría perros". Fue uno de los proyectos más importantes de Emma en meses. "Ha sido un año difícil a causa del coronavirus. Logramos fotografiar a todo el mundo de manera segura evitando que hubiera demasiadas personas en el estudio al mismo tiempo. Tenía 15 minutos para cada retrato. No había visto tal cantidad de gente en meses. ¡Fotografiar y conocer a todas estas personas me hizo sentir como si estuviera en una fiesta!".
Fotografiar a tantas personas significaba trabajar con rapidez. Es algo a lo que Emma, que empezó su carrera como fotógrafa de conciertos, está acostumbrada. "Llevo muy bien trabajar bajo presión. En un concierto, solo dispones de algunas canciones para lograr las imágenes que quieres. Quince minutos después, tienes que enviar las fotografías que has realizado. Cuando fotografías a una persona famosa, solo puedes estar a solas con ella unos minutos".
Para este proyecto, se puso en contacto con personas con las que ya había trabajado, contactó con otras a través de las redes sociales e hizo un casting por la calle.
"Quería encontrar a personas con diferentes orígenes, aspectos y edades. Pedimos participar a unas 300 personas. Unos días antes de la sesión de fotos, el Gobierno impuso otra serie de restricciones por la COVID-19. Veinte personas decidieron no participar. Eso también supuso que no pudiéramos fotografiar a tantas personas mayores como me hubiera gustado". El reto de este proyecto era conseguir un número suficiente de variaciones en los retratos. "Quería crear retratos únicos para capturar realmente personalidades individuales. La mayor parte del tiempo, ya sabía el tipo de fotografía que quería realizar cuando veía entrar a las personas al estudio. Hablo mucho cuando trabajo, procuro que la gente se sienta a gusto y les proporciono indicaciones e información sobre cómo están posando. Todo ello, combinado con una música agradable, funciona bastante bien. Opté por utilizar un código de vestuario blanco para esta sesión de fotos. Algunas personas me preguntaron si su mascota también podía aparecer en la fotografía. Empezamos con un gato blanco, y también fotografié a algunos perros".
Era la primera vez que Emma trabajaba con el objetivo LUMIX S f1.8 de 85 mm. "Lo primero que me sorprendió fue lo poco que pesaba. Se complementa a la perfección con la cámara LUMIX S y ofrece unos resultados increíbles en lo que respecta a la nitidez, además de un bonito efecto bokeh de fondo. Los objetivos rápidos y de calidad suelen ser grandes y pesados, pero trabajar con este objetivo es un regalo. Combina todo lo que necesita un profesional con una gran experiencia del usuario. Este objetivo funciona justo como me gusta". Emma donó los beneficios de este proyecto a la organización benéfica 2helpingshands. "Esta organización ayuda a los refugiados de Moria, Grecia.
Este proyecto ya era muy gratificante en sí mismo, pero realmente quería hacer algo bueno con los ingresos. Es algo que siempre he hecho. Si puedes tener un impacto en el mundo porque eres famoso, estás en una situación de poder o tienes muchos seguidores en las redes sociales, puedes utilizar esa influencia para ayudar a los demás".
Emma Svensson
Emma Svensson empezó su carrera como fotógrafa en 2002, fotografiando conciertos y artistas de la escena musical, aunque también consiguió hacerse un hueco como fotógrafa de moda. Además de sus titánicos esfuerzos —que la han llevado a escalar 61 de las montañas de Europa y la han hecho merecedora de un récord mundial—, Emma dirige un ajetreado estudio, en cuya plantilla trabajan varias fotógrafas. Al tiempo que comparte su pasión para inspirar a las personas a que persigan sus sueños personales, trabaja para conseguir una posición de igualdad y un cambio para las mujeres en el mundo de la fotografía.