Con sus más de 20 años de experiencia, el fotógrafo de deportes y publicidad Adam Pretty sabe sin lugar a dudas cómo captar el momento. No hay segundas oportunidades, especialmente en la fotografía deportiva. Adam volvió a recordar esta máxima durante uno de sus recientes proyectos: "Persiguiendo fantasmas". Para ello, fotografió a los parapentistas en sus entrenamientos y vuelos alrededor de los Dolomitas, mientras él mismo estaba suspendido en el aire. "Era un vuelo tándem junto con un piloto". A pesar de no ser la persona que controlaba el aparato, exigía un gran esfuerzo por parte del fotógrafo y de su equipo. "Necesitaba una cámara en la que pudiese confiar. La LUMIX S5 es justo eso: una increíble cámara de acción".
Adam trabaja para Getty Images y ha cubierto muchos de los grandes eventos deportivos a lo largo de su carrera. Ahora, vive en Alemania, muy cerca de los Dolomitas, lo que le ha resultado muy útil para este proyecto, ya que le ha dado flexibilidad en la planificación. Todo debe estar en su punto justo para garantizar un vuelo seguro: no debe haber ni mucho ni poco viento o lluvia, y la corriente térmica debe ser suficiente. "Ya había volado en parapente en otras ocasiones, pero estos vuelos no habían ido muy bien, así que estaba un poco traumatizado. Sin embargo, los vuelos en los Dolomitas fueron increíbles. Tuvimos muchísima suerte con el tiempo, especialmente si se tiene en cuenta que la temporada ya estaba bastante avanzada. Para la corriente térmica, necesitas el calor del sol para calentar el aire. No siempre tienes esa suerte al final de la temporada".
El plan del proyecto "Persiguiendo fantasmas" era fotografiar a dos de los mejores parapentistas del mundo (Tom de Dorlodot y Aaron Durogati) en diferentes ubicaciones alrededor de los Dolomitas, disparando de día y de noche.
"Aaron fue un guía magnífico que consiguió llevarnos a los mejores sitios para hacer parapente. Nos tiramos en parapente por bastantes lugares de los Dolomitas, lo que me permitió disponer de diferentes escenarios como, por ejemplo, cimas montañosas cubiertas y desprovistas de nieve". Para crear un efecto especial, pidió a los pilotos que llevaran luces LED durante una sesión nocturna. Haciendo uso de una larga exposición, iban dejando un rastro luminoso, de ahí el nombre "Persiguiendo fantasmas".
Capturar las imágenes que quería era todo un reto. "El primer día, desaproveché algunos disparos debido a algunos problemas de comunicación. No solo tenía que dirigir a Aaron y Tom, sino que también debía instruir a mi propio piloto". En vez de quedar frustrado, la situación lo motivó para volver a salir y repetir la experiencia. "El segundo día, todo fue mucho mejor. La comunicación fluyó, y supe lo que podía esperar. Me resultó más fácil predecir dónde aterrizarían los pilotos, lo que me permitió indicar mejor a mi piloto dónde quería ir". Trabajar con una cámara a esa altura es todo un desafío. "Llevaba la cámara en un cardán. Cada vez que dábamos un giro brusco, la fuerza gravitacional hacía que hasta una cámara ligera se sintiera pesada. Incluso después de un vuelo corto, tenía calambres en los brazos. Estaba muy contento con la LUMIX S5, no solo por su ligereza y su tamaño compacto, sino también por su fiabilidad y AF mejorado". Ver las cosas con otros ojos es lo que distingue a Adam del resto de fotógrafos deportivos. "Construyo mis imágenes desde el fondo. Me gustan las líneas definidas, los gráficos y las formas. La fotografía deportiva no se basa únicamente en captar un momento.
Quiero crear una imagen que te invite a seguir mirando, una imagen que no pueda asimilarse en un segundo y que te lleve a querer hacer preguntas". Realiza sus mejores fotografías siguiendo sus instintos. "Traté de evitar imágenes de parapente de otros fotógrafos antes de lanzarme yo mismo al vacío, ya que quería una perspectiva de las cosas completamente nueva. Parece que trabajo mejor bajo presión, cuando no tengo tiempo de pensar. Si pienso demasiado en una imagen, los resultados se ven afectados. En cierto modo, no me parece novedosa ni espontánea". A Adam también le resulta muy importante no rendirse y probar cosas nuevas. "Si no estás dispuesto a aprender y a cometer errores, debes dedicarte a otra cosa. Mucha gente con la que he hablado a lo largo de los años tiene una actitud negativa respecto a la fotografía, llegando a considerar que está ‘muerta’. Pero siempre habrá lugar en el mercado para las imágenes, especialmente las que muestran otra visión o una nueva perspectiva de las cosas. Cada día, nuevos fotógrafos con otros contextos y de diferentes partes del mundo se unen a nuestras filas para aportar su propia perspectiva. Por tanto, en mi opinión, la fotografía y el vídeo tienen un gran futuro".
Adam Pretty
Adam empezó su carrera como fotógrafo de noticias en The Sydney Morning Herald en 1997, aunque su deseo de especializarse en la fotografía deportiva hizo que se uniera a Getty Images en 1998. Desde su incorporación al equipo de Getty Images, Adam ha residido en Los Ángeles, Sídney, Pekín, Tokio y Múnich, ciudad en la que sigue trabajando en la actualidad. Adam ha fotografiado nueve Juegos Olímpicos y ha cubierto encargos en todo el mundo para revistas de alto nivel, incluidas Time Magazine, Sports Illustrated, Life Magazine, Harpers Bazaar y Marie Claire. Como buscador constante de nuevos retos y experiencias de fotografía, en 2007, Adam decidió ampliar su experiencia y empezó a realizar proyectos publicitarios que combinaba con su trabajo editorial en el ámbito deportivo. A través de su fotografía deportiva y publicitaria, Adam desafía constantemente las percepciones de las personas con nuevas ideas, un elemento de su trabajo del que disfruta especialmente.